Este es un cuento que encontré por ahí y he querido compartirlo con ustedes.
Me encuentro en una sequia absoluta de ideas y de creatividad, no hay caso, me siento frente al computador y no se me viene nada a la cabeza. Pero dentro de la semana me actualizo con algo.
Gracias
M
Cerca de Tokio vivía un gran samurai ya anciano, que se dedicaba a enseñara los jóvenes. A pesar de su edad, corría la leyenda de que todavía eracapaz de derrotar a cualquier adversario. Cierta tarde, un guerreroconocido por su total falta de escrúpulos, apareció por allí. Era famosopor utilizar la técnica de la provocación: Esperaba a que su adversariohiciera el primer movimiento y, dotado de una inteligencia privilegiadapara reparar en los errores cometidos, contraatacaba con velocidadfulminante. El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una lucha.Con la reputación del samurai, se fue hasta allí para derrotarlo yaumentar su fama. Todos los estudiantes se manifestaron en contra de laidea, pero el viejo aceptó el desafío. Juntos, todos se dirigieron a laplaza de la ciudad y el joven comenzaba a insultar al anciano maestro.Arrojó algunas piedras en su dirección, le escupió en la cara, le gritótodos los insultos conocidos -ofendiendo incluso a sus ancestros-. Durantehoras hizo todo por provocarlo, pero el viejo permaneció impasible. Alfinal de la tarde, sintiéndose ya exhausto y humillado, el impetuosoguerrero se retiró. Desilusionados por el hecho de que el maestro aceptaratantos insultos y provocaciones, los alumnos le preguntaron: -¿Cómo pudiste, maestro, soportar tanta indignidad? ¿Por qué no usaste tu espada,aún sabiendo que podías perder la lucha, en vez de mostrarte cobardedelante de todos nosotros? El maestro les preguntó: -Si alguien llegahasta ustedes con un regalo y ustedes no lo aceptan, ¿a quién pertenece elobsequio? -A quien intentó entregarlo- respondió uno de los alumnos. - Lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos -dijo elmaestro-. Cuando no se aceptan, continúan perteneciendo a quien losllevaba consigo.
Limítate a ser quién eres: sereno, transparente y brillante. Cuando irradiamos lo que somos, cuando sólo hacemos lo que deseamos hacer,esto aparta automáticamente a quienes nada tienen que aprender denosotros, y atrae a quienes sí tienen algo que aprender y también algo queenseñarnos.
Richard Bach
13 comentarios:
Lo de Richard Bach no me gustó, pero la historia me encantó, ya que siempre me ha llamado la atención la forma que tienen los orientales de enseñar, tan distinta a la nuestra.
No te preocupes sobre la sequía, el silencio también a veces es un buen compañero.
Besos silenciosos.
Si cabra relájate, nadie te está presionando... bueno yo si jajajajaa.
Cuando uno no quiere escribir no lo haces y ya, hasta que llegue la inspiración, linda la historia, me encanta como enseñan los orientales son tan secos!!!
Uf... puede haber sequía de ideas pero no de estilo...
Nuevamente nos regalas una historia agradable y con un fondo que te remece...
Un abrazo...
Buen Blog
http://i-reverencias.blogspot.com/
buena historia, ojala y te llegue la inspiracion por que es un agrado leerte.....
Me gustó el cuento...mmmm interesante... mmmm veremso si resulta.
Slds.
Interesante post... Ojalá fluya nuevamente tu inspiración... Me gustaría leerla......
MHmm.
Los japoneses se toman muy en serio el tema de los insultos. Y a los ancestros, pero.
Si les dicen algo así como "eres peor, que el más bajo de los perros", se ofenden terriblemente.
Como choferes de micro Santiaguina, no durarían ni cinco minutos.
J.C.
Me gustó el cuento, te deja una enseñanza. Claro que muchas veces no es tan difícil soportar que nos pasen a llevar, que nos maltraten.
lei completito el cuento.. gracias por eso..
por otra parte esperamos hasta q vuelva la creatividad
igual escogiste un cuento lindo..
esperare pacientemente un cuento original
chao rusia!
besitos
Amiguita
Te esperaré y tómate todo el tiempo necesario, esto debe ser un placer y nada más que eso
Besos
Buen cuento, te aseguro tendrá un buen uso.
saludos
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