miércoles, 5 de mayo de 2010

MADRE HAY UNA SOLA

La verdá es que con el primer hijo todo es tan diferente!!!
Cuando estaba en la dulce espera de mi osito, sabía perfectamente la cantidad de semanas, con días y segundos... hasta podía recordar nítidamente la noche en que lo hicimos.  Iba a los controles con el ginecólogo con mi Oscuro, con una lista de todo lo que queríamos preguntar y si el médico me decía que tenía que pararme de cabeza yo lo hubiera echo.
Así cuando llegó el tan esperado Osito, nos despertábamos a cada rato pa' cachar si respiraba, lo mudaba cada 30 minutos exactos y los baños (siendo que mi Osito nació en pleno enero) era con todo calefaccionado pa' que el cabro no se fuera a enfermar.
Todas sus vacunas fueron puestas en sus fechas, ni un día más ni un día menos, sus comiditas puntualmente a las 12 y a las 19 hrs. Y postre natural... manzanita rallada, como chucha habían mamás que compraban compotas hechas, llenas de químicos. Obviamente la comida de mi  Oso era hecha con un ritual... en una ollita de greda comprada especialmente para hacer sus comidas, todo cocido con reloj y en su punto, pa' que las verduras no perdieran sus nutrientes y vitaminas.
Los días estaban divididos en sus sagradas siestas, en dibujos animados EDUCATIVOS, jugar con juguetes solito (pa' hacerlo más indpendiente) y esos juegos eran acompañado de "cantando aprendo hablar" pa' que el cabro chico hablara bien.
Asi todo era un ritual y todo en la casa giraba a este nuevo integrante de la familia, que no exigía ninguna güea, pero una se volvía mono tratando de hacer todo bien.
Cuando mi Oso tenía 10 meses quedé embarazada de la Osa... ya con la experiencia de que no ser primeriza, fue todo con más relajo.
Sabía los meses que tenía y sabía que era niña.  Iba a control no sagradamente, si no que cada casí mes por medio y ya no leía todas las güeas de embarazá que llegaba a mis manos, menos ver esos partos todos sufridos que daban en el Home & Help.
Como ya iba a cumplir como 60 semanas preñá, me tomé la clínica y exigí que me sacaran la cabra chica de mi güata, que ya no daba más y como me negué (tal cual) salir de la clínica, al médico no le quedó otra que sacarme la guagua no más.
Apenitas llegamos a la casa, tuve una seria conversación de mujer a mujer con mi hija, y le dije que la mamá necesitaba dormir aunque fueran 5 horas de corrido.... así que con ella la güea de la libre demanda y la cachá la espada, no iba a ser y que se podía desinflar llorando que nadie la iba a pescar.  Así que su última lechita era a las 12:00 de la noche y ella tenía que rellenarse pa' toda la noche.  Como buena hija mía, inteligente, cacho al tiro, así que jamás despertó pidiendo nada, es más yo a las 7:00 de la mañana la despertaba con cargo de conciencia de haber pasado tantas horas sin comer.
Durante el día ella comía cada exactas 4 horas.  Mi hija rápidamente se adapto a eso feliz y contenta.
Cuando empezó a comer, yo seguía haciendo la comidita, en la misma ollita de greda, pero ya no tan a punto, tenía que ver a dos guaguas y casi siempre la güea de comida se pasaba en la hora, pero igual se la daba y se le arreglaba el sabor con aceitito de oliva... y obviamente con su cucharadita de aceite de pescaó, pa' que fuera más inteligente.
Mi pobre hija, nunca tuvo sus vacunas cuando le correspondía, iba desfazada como en casi dos meses... y hace pocos días me dí cuenta que la vacuna de los 18 meses nunca se la puse, así que tendré que ir otra vez a ponérsela atrasada.
Sus siestas eran sagradas, mi lema es "cabro chico que duerme bien, guevea menos..." y por lo menos en los míos se ha cumplido cabalmente mi lema.
Mi hija ahora tiene 1 año 8 meses... es completamente independiente  y feliz, se saca la rechucha y se para sola, si vamos al parque ella se sube SOLA por la escalita y se tira SOLA por el rasca poto, y puede estar las 2 horas que estamos en el parque tirándose del resfalín. 
Ahora otra vez estoy preñá... es que a este Oscuro semental le gusta hacerme la maldá!!!! y por lo que cacho debo tener como 18 semanas o un poco más... como este NIÑO, es el tercero, la verdá es que sé que todo esta bien, hasta ahora con él, he ido como a 2 controles... y este cabro tendrá que ir saber ir solito a los controles... también tendrá que vacunarse... es más si aprende a mudarse solo, estaré pagada.
La cuestión es que con esto que les cuento es como pa' que cache que no estoy ni ahí con ser super mamá, lo único que quiero es ser la mamá que ellos necesitan, igual lo pasamos chancho, conversamos y hacemos picnic en el patio de la casa, nos contamos chistes, salimos a caminar (y si la Osa pide brazos, tá cagá.... la dejamos gritando en la calle, hasta que se pare y nos vuelve a seguir como si nada) nos hacemos cariños y cocinamos juntos.
Me siento feliz y afortunada de estar en la casa con ellos, no estoy ni ahí con volver a trabajar fuera de mi casa... no cambio ni un minuto más de sueño por la alegría que ellos me dan. 
Si... lo erótica lo dejaré pa' cuando estén un poco más grandes, mientras tanto agarró a mi Oscuro a media noche...

3 comentarios:

Xiao Mei dijo...

Cada cierto tiempo me doy una vuelta por tu blog esperando encontrar algo nuevo, es que siempre me gusto como escribías y hoy por fin veo que estas de vuelta con las misma chispa y jovialidad de siempre.

Me alegra saber que Marlencita la erótica está tan bien que su oscuro ya le hizo dos guaguas y hay otra en camino ja ja ja ja.


Saludos desde Valparaíso.

PD: espero que sigas escribiendo.

Pablillous dijo...

pase a saludar

Anónimo dijo...

marlencitaaaaaa estoy en shock..soy yoooooooooo..